La familia Koppmann Canales fue el núcleo de la iglesia evangélica de Linares hacia fines de la década de 1880. Al parecer eran comerciantes, el propio Enrique era contador, según recuerda su hija Fresia, y aún no sabemos exactamente si ya eran evangélicos (presbiterianos) antes de radicarse allí. En el periódico El Heraldo Evangélico¹ se informa acerca de esta familia desde 1887, su compromiso con la obra (apoyando la labor del pastor Alberto Vidaurre-Leal Smith) y las dificultades que debieron enfrentar con las autoridades católicas locales.

Hacia 1890, según el historiador presbiteriano, James McLean, Enrique realizó estudios teológicos, instancia en la que al parecer conoció a Tulio Morán Rojas. Posteriormente Koppmann se trasladó a Concepción y fue ordenado diácono de la iglesia en agosto de 1894, a los 21 años, época en que dicha congregación estaba sin pastor debido a la renuncia de Francisco Jorquera Rojas a comienzos de ese año. En 1895 Tulio Morán asumió el pastorado de la iglesia en dicha ciudad y tres años después, en 1898, contrajo matrimonio con Juana Koppmann, hermana de Enrique.

En 1900 Enrique contrajo matrimonio con Rosa Jaques, profesora. De este enlace nacieron Carlos Raúl, fallecido a los pocos meses de nacido, y María el 6 de octubre de 1966, de profesión médico. Rosa debió fallecer hacia 1905, pues ese año, el 23 de octubre, Enrique contrajo matrimonio civil por segunda vez con la joven Noemí Peña Bustamante, en Santiago. El matrimonio religioso de Enrique y Noemí fue realizado en la iglesia evangélica (quizás su cuñado Tulio lo casó en ambas ocasiones). Tuvieron 13 hijos: Enrique René, Tulio, Noemí Raquel, Judit, Carlos Hernán², Samuel³, Óscar Armando, Alicia, Daniel, Amanda Violeta, Enrique Rigoberto, Gustavo Adolfo y Fresia Olivia del Carmen⁴.

Enrique Koppmann y su esposa Noemí fueron miembros de la iglesia presbiteriana de Concepción, apoyaron a su cuñado Tulio Morán y al movimiento pentecostal. Tulio y Enrique fundaron en 1909 el periódico Chile Evangélico⁵ y posteriormente Enrique dirigió Chile Pentecostal hasta julio de 1915, cuando por una razón no aclarada tuvo que trasladarse forzosamente a Talca. Según recuerda Myriam Maruri Koppmann, hija de Alicia Koppmann Peña, su madre le contó que posteriormente se establecieron en Hijuelas (cerca de Calera), donde nació Fresia, la hija menor del matrimonio, y donde se casó Judit Koppmann Peña.

Myriam Maruri Koppmann, recuerda además que su padre (Carlos Maruri Guajardo) era católico pero su madre (Alicia Koppmann Peña) tenía “la idea evangélica de Dios”: “Por ejemplo, mi madre [Alicia] me contaba que a veces ella estaba durmiendo y el abuelo [Enrique] la despertaba para ir al teatro (cine) y que a ella le daba mucha vergüenza porque la llevaba a galería y sus compañeras de colegio le hacían burla al otro día…..pero el abuelo le decía que ése era el lugar que a ellos le correspondía……También me contaba que de pronto él llegaba a almorzar con cualquier mendigo o persona pobre y lo sentaba a la mesa, con el enojo de mi abuela [Noemí] que tenía lindos manteles y vajilla y era fijada en esas cosas……de esas cosas en mi casa seguimos esas ideas y nunca se ha discriminado a las personas por ser nanas, jardineros o lo que sea…..”

Enrique Koppmann está sepultado en una tumba familiar en el Patio 53 del Cementerio General de Santiago, junto a su esposa Noemí Peña, su cuñado Tulio Morán Rojas, sus hijos Samuel, Óscar y Gustavo, su hija María Koppmann Jaques, su yerno Carlos Maruri Guajardo y su nuera Elba Pizarro.

Fuentes:
 – McLean, James. Historia de la Iglesia Presbiteriana en Chile. Santiago: Escuela Nacional de Artes Gráficas, 1954.
– Periódico El Heraldo Evangélico
– Periódico Chile Evangélico
– Periódico Chile Pentecostal
– Comunicaciones personales de Myriam Maruri y de Pamela Rodríguez (descendientes de Enrique Koppmann).

Escrito por: C. Guerra Rojas.